La Matanza, el distrito más populoso del país, y gobernado desde 1983 por el peronismo en sus diferentes variantes y frentes electorales, ha tenido a lo largo de los años diferentes fuerzas opositoras que le han disputado el poder, lideradas por partidos o figuras políticas que han tomado más o menos relevancia y protagonizado más o menos en el tiempo.
Desde el retorno de la democracia en 1983, la UCR ocupaba el rol predominante como opositor al peronismo, a tal nivel que incluso en un escenario de peronismo dividido en las elecciones legislativas de 1985 los radicales se impusieron con un 33% sobre un 30% y 15% de las facciones del peronismo.
El escenario de bipartidismo tuvo su último hito en 1993, aunque con un radicalismo cada vez más débil y un peronismo con victorias cada vez más abultadas.
En 1995, la aparición de un peronismo disidente agrupado en el Frente País Solidario (FREPASO) rompió la barrera radical y se posicionó en segundo lugar, dejando a los radicales un lugar atrás.
Desde el retorno de la democracia en 1983, la UCR ocupaba el rol predominante como opositor al peronismo, a tal nivel que incluso en un escenario de peronismo dividido en las elecciones legislativas de 1985 los radicales se impusieron con un 33% sobre un 30% y 15% de las facciones del peronismo.
El escenario de bipartidismo tuvo su último hito en 1993, aunque con un radicalismo cada vez más débil y un peronismo con victorias cada vez más abultadas.
En 1995, la aparición de un peronismo disidente agrupado en el Frente País Solidario (FREPASO) rompió la barrera radical y se posicionó en segundo lugar, dejando a los radicales un lugar atrás.
Quizás el acontecimiento más relevante de una figura opositora fuerte en La Matanza haya sido la candidatura por la Alianza (frente electoral conformado por la UCR, Partido Socialista y peronistas disidentes al menemismo, entre otros) de Lidia Satragno, más conocida como Pinky, en las elecciones ejecutivas de 1999, cuando el peronismo comandado por Alberto Balestrini ganó la elección por 218.402 (41,11%) votos contra 209.681 (39,47%) de la Alianza. Vale aclarar, en las elecciones legislativas de 1997, el peronismo también resulto victorioso contra la Alianza aunque con un empate técnico (45,79% contra 43,07%), resultando electos 6 concejales para cada fuerza de los 12 en disputa.
Luego de estas elecciones sucedió la crisis política y económica del 2001 donde el principal partido opositor histórico en La Matanza, la UCR, cayó en múltiples divisiones y deserciones, lo que apuntalo una fuerte hegemonía del peronismo en el distrito, consolidando lo que ya venía conservando desde 1983. A tal punto, que por varios años las segundas y terceras fuerzas locales también resultaban ser variantes del peronismo o fuerzas nuevas creadas durante los años 90 o principios de los 2000.
Haciendo un breve repaso desde la fractura opositora, en 2001, la segunda fuerza en La Matanza fue el Frente Polo Social (fuerza creada por el sacerdote Luis Farinello) con apenas el 7,95 de los votos, mientras el peronismo obtuvo el 44,7% (ganó las 12 bancas de concejales), más porcentaje que en 1999, aunque menos votos dado el menor nivel de participación de electores. La tercera fuerza con el 6,4% fue el frente Izquierda Unida. La UCR, fuerza gobernante nacional, se derrumbó electoralmente, ubicándose quinta en La Matanza y sin ingresar ningún concejal por primera vez desde el retorno de la democracia. Tardaría años en recuperarse.
Haciendo un breve repaso desde la fractura opositora, en 2001, la segunda fuerza en La Matanza fue el Frente Polo Social (fuerza creada por el sacerdote Luis Farinello) con apenas el 7,95 de los votos, mientras el peronismo obtuvo el 44,7% (ganó las 12 bancas de concejales), más porcentaje que en 1999, aunque menos votos dado el menor nivel de participación de electores. La tercera fuerza con el 6,4% fue el frente Izquierda Unida. La UCR, fuerza gobernante nacional, se derrumbó electoralmente, ubicándose quinta en La Matanza y sin ingresar ningún concejal por primera vez desde el retorno de la democracia. Tardaría años en recuperarse.
En las elecciones del 2003, el peronismo retuvo la Intendencia con la renovación de Alberto Balestrini (46,6%), siendo la segunda fuerza local el Frente Popular Bonarense (15,33%) referenciada con el ex militar Aldo Rico que había encabezado la candidatura a gobernador. El tercer lugar en La Matanza lo obtuvo Afirmación para una República Igualitaria (ARI), partido creado por la diputada nacional Elisa Carrió tras irse de la UCR dos años antes.
En el año 2005, la polarización entre dos corrientes peronistas a nivel nacional, una liderada por el entonces Presidente Nestor Kirchner, y la otra por el ex Presidente Eduardo Duhalde, tuvo su sintonía en La Matanza, donde el peronismo matancero balestrinista alineado con Kirchner se impuso con el 52% contra un 18,33% que obtuvo el peronismo duhaldista encolumnado en el Frente Justicialista. La tercer fuerza fue el Frente Propuesta Republicana con un 6,6% de los votos. Esta nueva fuerza fue impulsada y referenciada en Mauricio Macri que en ese entonces lideraba la oposición contra Aníbal Ibarra en la Ciudad de Buenos Aires.
En el año 2007, se impuso para Intendente en La Matanza el candidato balestrinista Fernando Espinoza con el 50,09%, resultando en segundo lugar Unión PRO (13,94%), una fuerza compuesta por peronistas opositores alineados al macrismo porteño, que a su vez integraban la boleta nacional de Roberto Lavagna a Presidente. En tercer posición se ubicó la fuerza de Elisa Carrió, el ARI, con el 11,47 de los votos. La UCR, que también llevaba a Roberto Lavagna como Presidente, quedo relegada a un sexto lugar con el 3,43%.
En el año 2009, el peronismo matancero volvió a imponerse con el 44,32% de los votos, ante una oposición que logró sumar 7 concejales, aunque dispersos en 5 listas diferentes, con el 11,81% el Partido Federal sumo 2 concejales, con el 11,33% el Acuerdo Cívico y Social sumó 2, con el 9,96% Propuesta Republicana sumo 1, con el 9,11% Unión Celeste y Blanco sumó 1, y con el 8,38 Nuevo Encuentro sumó 1. Por primera vez desde 1985 (este año se impuso la UCR), el oficialismo peronista no lograba obtener como mínimo la mitad de las 12 bancas en disputa. La Matanza expresó los buenos resultados de la oposición a nivel provincial favorecidos por el arrastre de la victoria a diputado nacional de Francisco De Narvaez que llevaba en sus colectoras matanceras a 3 de las listas que sumaron concejales (Partido Federal, Propuesta Republicana y Unión Celeste y Blanco).
En el año 2011, la arrasadora victoria de Cristina Fernández de Kirchner en la presidencial, tuvo su correlato en La Matanza, donde Fernando Espinoza fue reelecto con el 60,56% de los votos obteniendo las 12 bancas de concejales en disputa. La oposición, atomizada, logro magros resultados, siendo segunda fuerza otra alternativa kirchnerista no peronista como Nuevo Encuentro, fuerza del entonces Intendente de Morón Martín Sabbatella, con el 8,18%. El tercer y cuarto lugares fueron para Unión para del Desarrollo Social (UDESO) con el 8,1% y el Frente Amplio Progresista (FAP) con el 7,99%.
En 2013, el peronismo gobernante vuelve a imponerse (45,79%), y en segundo lugar se ubica una nueva fuerza del peronismo disidente denominada Frente Renovador (38,42%) liderada por el ex Intendente de Tigre, Sergio Massa, y con aliados territoriales que respondían al líder porteño Mauricio Macri. La oposición no peronista se ubicó a partir del tercer lugar con el Frente Progresista Cívico y Social (6,22%), entre otras fuerzas.
En 2015, y con la victoria de Cambiemos (frente integrado por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, entre otros) a nivel nacional y provincial, el peronismo oficialista de La Matanza logra ganar la intendencia con Verónica Magario a la cabeza (47,74%). Sin embargo, el peronismo disidente del Frente Renovador, segundos en 2013, pasa a un tercer lugar (19,4%), obteniendo el segundo lugar local la lista de Cambiemos (25,67%), que encabezo el referente opositor Miguel Saredi, que aunque no integraba el PRO, era en ese momento la personalidad opositora más conocida en La Matanza.
Miguel Saredi había incursionado en el Frente Renovador antes de encabezar la boleta de Cambiemos en 2015, lo que lo posicionaba en ese año como el referente opositor con mayor conocimiento. |
En 2017, y con la fortaleza de ser gobierno nacional y provincial, la fuerza Cambiemos vuelve a llevar a Saredi encabezando la lista de concejales, logrando el segundo lugar con 30,14% de los votos, algo histórico para una fuerza mayoritariamente no peronista desde aquel domingo de 1999 cuando Pinky perdió por poca diferencia. El peronismo oficialista de La Matanza, sin embargo, más allá de la derrota en la provincia de Buenos Aires, logró mantener el invicto local y reafirmarse con el 50,02%.
Sin embargo, tras estas últimas elecciones, las internas se acrecentaron en Cambiemos, las consecuentes victorias a nivel nacional y provincial, llevaron a que el PRO (el partido del Presidente y la Gobernadora) comience a avanzar en una construcción con candidatos propios, lo que llevo a enfrentar los liderazgos de Miguel Saredi con el de Alejandro Finocchiaro, un dirigente macrista y Ministro de Educación de la Nación. Este conflicto de intereses derivo en la deserción de Saredi del frente Cambiemos.
En 2019, con Finocchiaro como candidato a Intendente, Cambiemos sufre un fuerte golpe electoral en la Nación y la Provincia, perdiendo ambas a manos del peronista Frente de Todos. En La Matanza, Fernando Espinoza es electo Intendente por tercera vez con el 64,18% de los votos, realizando una elección histórica y obteniendo 9 de las 12 bancas de concejales en disputa. Juntos por el Cambio (ex Cambiemos), a pesar del golpe electoral, mantiene el segundo lugar con el 24,99% logrando ingresar 3 concejales, y ratificando por tercer año consecutivo el segundo lugar en un distrito de los más adversos para las fuerzas no peronistas.
En este proceso electoral, desde los territorios del tercer cordón de La Matanza, las zonas más populosas y con mayores problemáticas, aparece un nuevo liderazgo opositor, oriundo de la localidad de González Catán, un dirigente social afín a Cambiemos y con cercanía a la ex gobernadora Vidal y primeras líneas de lo que fue el gabinete de Mauricio Macri. Su nombre es Eduardo «Lalo» Creus, líder de una organización social llamada Identidad Vecinal, que encabezó en 2019 la lista de concejales de Finocchiaro, y desde su organización lideró una campaña propia basada fuertemente en lo territorial en las zonas más adversas para el no peronismo.
Lalo Creus logró convertirse en poco tiempo en un actor fundamental de Juntos por el Cambio, y quizás en el mayor protagonista de la campaña, dado que recurrió a métodos propagandísticos tradicionales, que iban desde las pintada de muros, pasacalles, afiches callejeros y la difusión política casa por casa, más similares a las formas de campaña del peronismo tradicional que a los métodos más modernos y basados en las tecnologías del macrismo.
Tras las elecciones de 2019, y con Fernando Espinoza al mando de la intendencia, el Concejo Deliberante matancero se compone de 3 bloques, el oficialista mayoritario con 18 concejales, el opositor de Juntos por el Cambio con 5 ediles, y un monobloque del Partido Federal integrado por Miguel Saredi que en principio se perfila como opositor.
La asunción de los concejales el sábado 7 de diciembre de 2019, fue aprovechada por el opositor Lalo Creus para demostrar fuerza de movilización, llevando cientos de militantes y realizando un acto en las puertas del Concejo Deliberante previa a su asunción, ante la presencia de todo el oficialismo municipal incluyendo sus dos máximas figuras, el actual Intendente Fernando Espinoza y la Vicegobernadora Verónica Magario.
Seguramente, más de un ojo está posado sobre la figura de Lalo Creus, no sólo porque en poco tiempo se hizo muy conocido en la política local, sino también porque es el principal opositor con «aparato» y territorio, nada menos que en las zonas más adversas para cualquiera que se enfrente al peronismo. Nadie pasa desapercibido que Lalo Creus garantizó la fiscalización electoral en más de 60 escuelas en 2019 en las localidades de González Catán, Virrey del Pino, Laferrere, Castillo y 20 de Junio.
Entrando al 2020, y con un oficialismo municipal fortalecido, ya que además ahora es gobierno en Nación y en Provincia, y con la Vicegobernadora matancera, la oposición local tiene ante sí un enorme desafío, que en principio se basa en dos ejes: por un lado, mantener la unidad como frente y entre la dirigencia local, y por otro, tener capacidad de acción permanente tanto en los niveles legislativos propositivos pero también en el territorio, para revalidarse ante los habitantes de un distrito en los hechos sumamente difícil para cualquier fuerza no peronista.
A enero de 2020, algo indiscutible es que la oposición matancera presenta dos liderazgos principales, y nos podríamos preguntar: ¿Lalo Creus y Alejandro Finocchiaro, están sentando las bases para una oposición a largo plazo, que logre aunar fuertes candidaturas y dirigencias con territorio y aparato, para llevar adelante el hito histórico de ganarle al peronismo la Intendencia?
A enero de 2020, algo indiscutible es que la oposición matancera presenta dos liderazgos principales, y nos podríamos preguntar: ¿Lalo Creus y Alejandro Finocchiaro, están sentando las bases para una oposición a largo plazo, que logre aunar fuertes candidaturas y dirigencias con territorio y aparato, para llevar adelante el hito histórico de ganarle al peronismo la Intendencia?
La única respuesta en claro hasta ahora, es que siempre que la oposición tuvo resultados satisfactorios en La Matanza, fueron parte de una lista nacional y provincial que traccionó a favor, los resultados de la UCR en 1985 (pleno auge alfonsinista), de la Alianza en 1997 y 1999 (decaimiento económico del peronismo menemista), de De Nárvaez en 2009 (un peronismo kirchnerista golpeado por el conflicto agropecuario del año 2008), y de Cambiemos en 2015 y 2017 (auge de Macri y la figura de Vidal), por lo tanto, la unidad opositora local además de ser determinante, depende en gran parte de estar electoralmente alineada a una alternativa electoral fuerte a nivel nacional y provincial. Conjugado este factor, las chance se potencian, y la calidad dirigencial y militante de la oposición deberían hacer lo restante para llegar al tan dificultoso logro.